La comida checa tradicional de la Semana Santa

Durante el Jueves Santo se suelen preparar los jidáše, unos bollos dulces que simbolizan la soga con la que se ahorcó Judas. Además, según la tradición si se comen durante la mañana del Jueves Santo, preferiblemente antes del amanecer, se dice que ello te dará buena salud y te protegerá de las mordeduras de serpiente y picaduras de avispas. También es típico del jueves comer algo verde como espinaca, col o ensalada de ortigas. La cerveza también se fabrica de color verde. Es verde porque llega la primavera y porque es signo de la buena salud durante todo el año. 

En el Viernes Santo el plato típico es zelňačka, una sopa espesa de col con patatas. En las mesas de los hogares suelen aparecer también las espinacas, diferentes tipos de legumbres o sladké knedlíky, que son unas bolas de harina cocidas con varios tipos de frutas en su interior.

Durante el Sábado Santo los hogares preparan el nádivka o también llamado relleno de Pascua. Tradicionalmente se podían utilizar diferentes tipos de carne como cordero, conejo, cordero, cabra y ternera. Además, lleva miga de pan, huevos y algunas hierbas como la ortiga.

El Domingo de Resurrección se suele comer beránek, que es un pan dulce con forma de cordero, que simboliza por la tradición el sacrificio de Jesucristo.

El Lunes de Pascua es típico que las mujeres decoren huevos cocidos, que luego les dan a los hombres que les han dado con el pomlázka, estas son varas de sauce entrelazadas. Y con esos huevos se preparan varios platos que se comen en el día. 

Además, durante toda la semana se come mazanec, el pan de Pascua. Se trata de un pan dulce que suele elaborarse con almendras ralladas y pasas remojadas en ron.