La Pascua típica en Chequia

En primer lugar, la Pascua en Chequia no se puede concebir sin la decoración de los huevos de Pascua, que representan la llegada de la primavera, así como la fertilidad y la nueva vida. Las formas en las que se decoran los huevos son todo un arte y son técnicas tradicionales que se enseñan a cada nueva generación. Entre las maneras de decoración de huevos está la técnica de relieve de cera, que consiste en vaciar el huevo y dejar solo la cáscara, que se adorna con cera y se tiñe con colores acrílicos. Sin embargo, los colores acrílicos no han existido siempre, por lo que antes se colocaban sobre los huevos, plantas y flores y luego se envolvían en cáscara de cebolla y se hervían para que quedara fijado. También se utilizaban ingredientes naturales para darles color, por ejemplo, se usaban cúrcuma o zanahorias para conseguir el color amarillo, el café para el marrón, la col morada o los arándanos para el azul, y para el rosa la remolacha entre otros. Otra manera de decorar los huevos es la técnica de decorar los huevos con alambre, o la técnica de decoración con paja. Los huevos se pintan primero y posteriormente se pegan los trozos de paja previamente coloreados para hacer dibujos en ellos.

Otra de las tradiciones de Pascua en Chequia es la pomlázka, estas son varas de sauce entrelazadas con las que los chicos dan a las chicas. Se dice que si una mujer es azotada, se mantendrá sana y conservará su fertilidad todo el año. Según otras interpretaciones, el azote de la pomlázka transmite a la mujer el poder y la belleza del despertar de la naturaleza. Antiguamente cada chico se elaboraba solo su propia pomlázka y existen varios estilos y maneras de cómo trezarla. Sin embargo, hoy en día, ya no es tan típico que cada chico la haga, sino que las compran en mercados locales de Pascua.

En cuanto a las regiones, Slovácko y Valaquia son donde más se han conservado las prácticas originales. En Valaquia, la parte más oriental de Moravia, el lunes de Pascua se azota a las mujeres con pomlázka, además de tirarles agua fría o perfume. Además, en el pueblo de Kněžpole, en Valaquia, se sigue practicando durante el Viernes Santo una costumbre olvidada en otros lugares - klepání. Los niños pequeños recorren los pueblos con řehtačky y hrkače, que son unos ruidosos instrumentos musicales de madera para anunciar la hora de las oraciones. Los habitantes de Slovácko, situado al sureste de Moravia, también celebran la Pascua con trajes festivos, la pomlázka, canciones y bailes tradicionales, y banquetes abundantes.